jueves, mayo 31, 2007

EL ATAQUE OBLICUO

Una teoría, ideología, filosofía,.....es más poderosa y sólida, cuanto más capacidad de integración de las corrientes ajenas a la misma tiene, y menos excluyente es. Esta es una de las bases fundamentales de la universalidad y potencia de la filosofía de Georg Wilhelm Friedrich Hegel con su dialéctica. Tesis, antítesis y síntesis.

Llevada esta premisa a un caso más mundano, el bueno de Mariano Rajoy no debe perder de vista este principio. El gran Gallardón, representa una opción más centrista, menos “derechosa” dentro de su partido. Más integradora, en definitiva. No voy a juzgar el sustrato de la postura de Gallardón, ni su agenda oculta, pero la realidad percibida es esta. Si Rajoy quiere ganar debe capitalizar bien y con inteligencia a Gallardón. Por otro lado, no debe perder de vista su base de electorado más fiel a posturas del tipo de Esperanza Aguirre y sus apoyos mediáticos. Se ha visto que Acebes y Zaplana no son un activo valioso, si no más bien un oneroso pasivo. Tuvieron su momento y deben dejar paso a otras opciones, en un ejercicio de generosidad, sentido del deber y pragmatismo.

No es fácil el movimiento que debe hacer Rajoy, me permito aconsejarle que leyendo historia puede sacar valiosas lecciones.

Tebas, venció a Esparta en la batalla de Leuctra por medio de la genial estrategia de su general Epaminondas, el ataque oblicuo. Trato de explicarlo brevemente. Antes de esta innovación en el arte de la guerra, los ejércitos se situaban en frente paralelo e iniciaban la batalla. Se trataba de tener más o menos la fuerza equilibrada y era un choque frontal. En este tipo de confrontación Esparta era invencible. Epaminondas fortaleció una de sus alas, creando una superioridad local en la misma, a la vez que aguantaba el centro y el otro ala. El ala más fuerte derrotaba a su oponente y se volvía contra el resto del enemigo en una posición de fuerza cada vez mayor. El tema de la superioridad local es un tema recurrente de los grandes generales, Napoleón y Nelson fueron maestros de la misma.

Volviendo a Rajoy, debería fortalecer un ala, Gallardón, mientras aguanta el embate del adversario en el resto del frente. No es fácil, repito, solamente gente de gran talento puede llevarlo a cabo. Pero quién quiere más presidentes sin un mínimo de talento, la experiencia está siendo muy mejorable.

miércoles, mayo 16, 2007

ESFUERZO

En la revista “The economist”, en un número reciente, viene un artículo donde se analiza el estado de la economía española de forma muy general. Como la mayoría de los artículos de esta revista, la generalización no está reñida con el rigor, ni con el análisis de ideas importantes. En dicho escrito, se valora positivamente el desempeño de varias empresas y sectores españoles. Fundamentalmente construcción, moda y bancos.

Es bueno ver estos artículos en publicaciones tan prestigiosas como “The economist”. Y aparte de ser bueno, es muy cierto que hay empresas españolas que lo están haciendo muy bien. No solamente las más conocidas; ZARA, Ferrovial, Mango, BBVA, BSCH,...., si no otras más pequeñas y de actividad no dirigida al público general, como la industria auxiliar de la automoción (Delphi no es española), algunas tecnológicas (que las hay), biotecnológicas y agroalimentarias. Muy positivo insisto.

Nuestras principales carencias, muy tratadas en los foros pertinentes, son la baja productividad y la falta de espíritu emprendedor. Esta última más ligada a una aversión al riesgo excesivamente manifiesta en España. La falta de productividad tiene, así mismo, dos causas básicas: pobre base tecnológica y deterioro de la cultura del esfuerzo. La base tecnológica tiene que fundamentarse en la correcta formación y posterior inversión, asumiendo riesgos. Esta formación tiene que ser de calidad y exigente. La formación es fundamental, cualquier deterioro de la misma tiene unas consecuencias muy negativas, y la situación actual es más que inquietante.

La cultura del esfuerzo es otro aspecto clave y entronca con la formación en valores. Si hay algo que distingue a los países de nuestro entorno respecto a los emergentes, es esa cultura del esfuerzo, no sólamente sus bajos salarios. O se cambia esta tendencia hedonista, de mínimo esfuerzo, o como nos enseña la Historia tendremos otras “invasiones bárbaras”, no violentas esta vez. Nuestra decadencia, como la de Roma, es una de las causas fundamentales de su éxito. Y el error sería tratar de poner limitaciones a sus productos, ellos hacen lo que tienen que hacer. No hay “Danubio ni Rihn” que los pueda parar. Somos nosotros los que debemos esforzarnos en cambiar y permitir el libre mercado, para que esos países emergentes generen riqueza con los productos donde son más competitivos. Esto admite matizaciones múltiples, pero lo fundamental de la idea es eso. Si no cambiamos, habrá más situaciones como la de Delphi. Luis Enrique Alonso, catedrático de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid acaba de publicar un interesante trabajo sobre la situación laboral y sociológica actual: La crisis de la ciudadanía laboral (ed. Anthropos).

La cultura del esfuerzo, la ética del trabajo, generará personas que desde su niñez estudiarán a conciencia, trabajarán con rigor y dedicación, y emprenderán proyectos de riesgo. La productividad y el espíritu emprendedor serán saludables consecuencias de esta cultura.

Pizarro y Cortés, tuvieron un gran espíritu emprendedor. No escatimaron esfuerzos, su origen humilde les llevó a asumir grandes riesgos y ser altamente productivos en sus empresas. Aunque el final de Pizarro manifiesta otro de nuestras principales dificultades para emprender en España, la envidia. Será bueno, que los modelos (profesionales no lúdicos, por supuesto) de nuestros jóvenes sean del tipo de Amancio Ortega. En nuestro entorno, el corazón de Europa, las cosas empiezan a cambiar, no debemos esperar mucho.

martes, mayo 01, 2007

¿DÓNDE?

Un conocido mío, muy malvado y poco institucional (en concreto antimonárquico). Dice que S.M. no ha ido a ver a su nieta todavía porque estaba en una actividad en la que no puede participar Dña. Sofía, por ser "muy privada". Esta opinión es muy malvada y es una pena que se tenga, censurable totalmente, dado el comportamiento de la Casa Real, tan cercana a todos los problemas reales de los ciudadanos. Tan firme en la defensa de los valores fundamentales de España, y que sirve de referencia a todos los poderes públicos. Insisto una pena.
Con lo que hemos disfrutado los ciudadanos honrados y generosos, no como este conocido, de la Familia Real en sus trabajos de estos días. El Príncipe con un comportamiento tan cercano, Dña. Leticia tan guapa, los infantes tan lindos y fotogénicos,....En fín, dando pleno sentido a la monarquía en la España actual.
Por eso, de seguro que el S.M. habrá estado en alguna actividad importante e imprescindible. Ya saldrán malvados a hacer comparaciones con el desafortunado acontecimiento del oso ruso.
Por cierto, el príncipe Harry, el inglés, se va a Iraq con las tropas de su país. Cosas de los ingleses........