martes, marzo 06, 2007

VILEZA

La decisión del PP, de convocar una manifestación para el próximo sábado, ha suscitado una ofensiva en toda regla de los medios afines al Gobierno, para desacreditar dicha iniciativa. Igualmente, como no podía ser de otra forma, el PSOE , partido político gobernante, en la figura de D. José Blanco (del que algunos dicen que no es especialmente capaz) ha lanzado unos furibundos ataques al PP y a la manifestación.

El argumento que más circula, y que lo hace de forma muy disciplinada y diáfana en estos medios y en el PSOE, es acusar de medida de “ultraderecha”, “derecha extrema”,....al PP. Es de felicitar cómo se repite, a modo coral. El manejo de la propaganda y de los mensajes es muy correcto en el PSOE y en PRISA, por citar a los principales agentes, aunque no únicos. La consigna dada es transmitida fielmente y sin margen de autocrítica, excelente control de ambas organizaciones. Tratan de etiquetar, de modo sutil (y no tan sutil), la manifestación y su fundamento. Ahora vendrá el "humo mediático", de comparación de gobiernos,......etc.

Con independencia de los aspectos operativos de la política de comunicación, manifestaciones, concentraciones,.... de los dos principales partidos, y sus medios afines, la liberación (se diga lo que se diga y se trate de matizar como se quiera) del asesino de Juana es inadmisible. El cumplimiento estricto de la ley, tiene un amplísimo margen de interpretación que permite diversas opciones. En mi opinión, sin ser jurista, lo más correcto sería decir que esta liberación no incumple la ley, a base de “parches” e interpretaciones sesgadas de los decisores, que han evaluado dicha medida. No se puede sostener que un asesino como de Juana pueda quedar libre, por puro y llano chantaje. No es admisible que un Gobierno acepte este chantaje, por intereses tácticos, lo de la humanidad no se lo puede creer ni el Sr. Rubalcaba ni nadie. El proceso de paz con ETA es la apuesta política más fuerte de este Gobierno y está dispuesto a sacrificar “lo que sea”, por lograrlo. Lo realmente inquietante es la vileza moral de esta acción, su intento de justificación y el tratar de desviar la atención de este hecho fundamental.

Desde luego no aceptar esta medida no es ser de ultraderecha, ni aceptarla es ser de izquierda-ultraizquierda-progresista-....., ni nada parecido. El criterio del debate es superior a etiquetas políticas, más cercano a la moral y convicciones éticas. Y en ese terreno, se debe decir claramente que la liberación del asesino de Juana ha sido una vileza.