TAPAR EL ROSTRO
En su viaje de París a Elba, en su primer destierro, Napoleón fue escoltado por varios comisarios de las potencias invasoras de Francia. Austria, Prusia y Rusia. El populacho a medida que se alejaba de París, se mostraba cada vez más hostil hacia su persona. En la Provenza llegó a acorralar su carruaje. A partir de este hecho, Napoleón pidió disfrazarse y ocultar su identidad, mediante engaños y cambios de carruaje para evitar a las masas. Uno de los comisarios, el prusiano, escribió un relato de este viaje, donde se ridiculizaba este comportamiento. No hace mucho tiempo Prusia había temblado ante el ahora su prisionero. Igual que el populacho, no tenía memoria.
Napoleón nunca tuvo miedo al fragor de la batalla, pero le aterrorizaba el populacho. Lo que vio en la época revolucionaria le marcó de forma importante. Otro día recordaremos sus acciones del 13 del vendimiario para con populacho en armas. No obstante, ese miedo que sintió y demostró, estaban muy por debajo de su genio y dignidad. César en su muerte, se tapó el rostro con la toga y la estiró para cubrirse las piernas, para caer con más decencia, como nos dice Suetonio. La caída de Napoleón tuvo muchos claroscuros, no estaba hecho para el fracaso.
2 Comments:
No digo ya a taparse el rostro, pero más de un líder político actual podría aprender a tener un poco más de decencia en el día a día.
Esperamos las crónicas del 13 del vendimiario ;)
Gracias por tu visita. Ceo que Mª Dolores de Cospedal anda "tapada" estos días....;-)
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