"NOSCE TE IPSUM"
Cuando Ben Gurion ofreció a A. Einstein ser presidente de Israel, éste declinó su ofrecimiento y le contestó lo siguiente: “Estoy profundamente conmovido por la oferta de nuestro Estado de Israel, y al mismo tiempo apesadumbrado y avergonzado de no poder aceptarla. Toda mi vida he tratado con asuntos objetivos; por consiguiente, carezco tanto de aptitud natural como de experiencia para tratar propiamente con personas y para desempeñar funciones oficiales.”.
El profesor del IESE S. Álvarez de Mon, exponía en el diario Expansión de ayer, lo importante que es ser consciente de las propias limitaciones y que la aptitud para determinadas funciones, no implica el éxito en otras. Este hecho tan evidente, pasa por un conocimiento de uno mismo cabal, el “conócete a ti mismo” del templo de Delfos, “gnosti te autvn (nosce te ipsum)”. El profesor Álvarez trataba del mundo de la empresa fundamentalmente, pero su razonamiento es perfectamente aplicable al ámbito de la política.
Estos días en el PP están sumidos en un debate interno importante. La palabra debate, es quizá benigna para los acontecimientos, pero pensemos en positivo y que esta catarsis tenga unos resultados saludables para el partido de la oposición, y por ende para la vida política española en general.
Sin entrar a valorar las opciones, lo que parece más claro es que el Sr. Rajoy es una parte muy importante del problema, en sus causas básicas, por lo que no puede ser solución al mismo. Ha tenido su oportunidad y ha fallado. Puede ser correcto dejar un período de transición para evitar que el debate se convierta en una lucha cainita destructora (más aún), pero una vez estabilizada la situación debe dejar paso a otro tipo de propuestas. D. Mariano es un hombre lleno de excelentes virtudes, pero nunca ganará unas elecciones, me parece un buen gestor, un buen político, un buen parlamentario,....., pero es un muy mediocre candidato.
Al igual que Einstein, un conocimiento de las limitaciones propias lleva a tomar decisiones acertadas. No es válido arrogarse en el servicio al bien común, para mantener una situación perdedora en su origen. No sé si en otro tipo de sociedad Rajoy ganaría a Zapatero, pero en la España actual, no. Parafraseando a Cicerón, “pensamos en la República de Platón, y vivimos en el fango de Rómulo”.
El profesor del IESE S. Álvarez de Mon, exponía en el diario Expansión de ayer, lo importante que es ser consciente de las propias limitaciones y que la aptitud para determinadas funciones, no implica el éxito en otras. Este hecho tan evidente, pasa por un conocimiento de uno mismo cabal, el “conócete a ti mismo” del templo de Delfos, “gnosti te autvn (nosce te ipsum)”. El profesor Álvarez trataba del mundo de la empresa fundamentalmente, pero su razonamiento es perfectamente aplicable al ámbito de la política.
Estos días en el PP están sumidos en un debate interno importante. La palabra debate, es quizá benigna para los acontecimientos, pero pensemos en positivo y que esta catarsis tenga unos resultados saludables para el partido de la oposición, y por ende para la vida política española en general.
Sin entrar a valorar las opciones, lo que parece más claro es que el Sr. Rajoy es una parte muy importante del problema, en sus causas básicas, por lo que no puede ser solución al mismo. Ha tenido su oportunidad y ha fallado. Puede ser correcto dejar un período de transición para evitar que el debate se convierta en una lucha cainita destructora (más aún), pero una vez estabilizada la situación debe dejar paso a otro tipo de propuestas. D. Mariano es un hombre lleno de excelentes virtudes, pero nunca ganará unas elecciones, me parece un buen gestor, un buen político, un buen parlamentario,....., pero es un muy mediocre candidato.
Al igual que Einstein, un conocimiento de las limitaciones propias lleva a tomar decisiones acertadas. No es válido arrogarse en el servicio al bien común, para mantener una situación perdedora en su origen. No sé si en otro tipo de sociedad Rajoy ganaría a Zapatero, pero en la España actual, no. Parafraseando a Cicerón, “pensamos en la República de Platón, y vivimos en el fango de Rómulo”.
D. Mariano, nosce te ipsum.
3 Comments:
El problema, Don Blas, es determinar que le interesa a España, que siga Mariano Rajoy o que otro se ponga en su lugar. Es indemostrable, claro, pero yo dudo que Esperanza Aguirre hubiese sacado mejores resultados que Rajoy en estas últimas elecciones. Si ZP pescaba en el caladero más radical (recuerde aquello de "tensionar" para movilizar el voto de izquierda mas extrema), Esperanza, y los que la apoyan, le hubieran hecho todo el trabajo. Ojo, a mi me gusta Esperanza Aguirre, que lleva decadas diciendo exactamente lo mismo y es un baluarte en el PP. Su gracia hablando y como les zurra la badana a los del PS nos gusta a todos. Es solo que existe en estos momentos un riesgo serio de escisión del PP en, al menos, dos grandes grupos. Y a España no le interesa eso por la ley electoral que premia a los partidos grandes y a lso nacionalismos (el voto concentrado en regiones) y perjudica a partidos con voto disperso. En fin, esta es mi idea, que sin ser un fan de Rajoy y estando de acuerdo con la descripción que usted hace de él, un candidato poco mediatico y sin carisma, entiendo que sí es capaz de cohesionar al partido en torno a su figura. De todas maneras yo no creo que éste congreso del verano sea definitivo. Mucha gente cree que el golpe de mano tendrá lugar en 2011, despues de las municipales. Vaya 4 años le esperan tanto a Rajoy como al PP. Le van a caer golpes de todos los lados, desde dentro, desde fuera, izquierda y derecha. ...y estas luchas solo benefician al adversario.
Saludos
D. José:
Es muy cierto todo lo que dice. Ahora nos encontramos en un sistema caótico, donde un aleteo de mariposa podrá generar un ciclón.
Creo que el primer paso es, efectivamente, cohesionarlos. Pero que la síntesis venga de una previa antítesis dialéctica.
Creo que Rajoy no acabará los próximos cuatro años frente al PP, lo que dice de las municipales tiene mucho sentido. Pero veamos con interés el caos.
Saludos cordiales.
Ops, la frase es "gnôthi seautón". La escribo en griego pero sin acentos, a ver si los caracteres quedan bien:
γνωθι σεαυτον.
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