miércoles, mayo 16, 2007

ESFUERZO

En la revista “The economist”, en un número reciente, viene un artículo donde se analiza el estado de la economía española de forma muy general. Como la mayoría de los artículos de esta revista, la generalización no está reñida con el rigor, ni con el análisis de ideas importantes. En dicho escrito, se valora positivamente el desempeño de varias empresas y sectores españoles. Fundamentalmente construcción, moda y bancos.

Es bueno ver estos artículos en publicaciones tan prestigiosas como “The economist”. Y aparte de ser bueno, es muy cierto que hay empresas españolas que lo están haciendo muy bien. No solamente las más conocidas; ZARA, Ferrovial, Mango, BBVA, BSCH,...., si no otras más pequeñas y de actividad no dirigida al público general, como la industria auxiliar de la automoción (Delphi no es española), algunas tecnológicas (que las hay), biotecnológicas y agroalimentarias. Muy positivo insisto.

Nuestras principales carencias, muy tratadas en los foros pertinentes, son la baja productividad y la falta de espíritu emprendedor. Esta última más ligada a una aversión al riesgo excesivamente manifiesta en España. La falta de productividad tiene, así mismo, dos causas básicas: pobre base tecnológica y deterioro de la cultura del esfuerzo. La base tecnológica tiene que fundamentarse en la correcta formación y posterior inversión, asumiendo riesgos. Esta formación tiene que ser de calidad y exigente. La formación es fundamental, cualquier deterioro de la misma tiene unas consecuencias muy negativas, y la situación actual es más que inquietante.

La cultura del esfuerzo es otro aspecto clave y entronca con la formación en valores. Si hay algo que distingue a los países de nuestro entorno respecto a los emergentes, es esa cultura del esfuerzo, no sólamente sus bajos salarios. O se cambia esta tendencia hedonista, de mínimo esfuerzo, o como nos enseña la Historia tendremos otras “invasiones bárbaras”, no violentas esta vez. Nuestra decadencia, como la de Roma, es una de las causas fundamentales de su éxito. Y el error sería tratar de poner limitaciones a sus productos, ellos hacen lo que tienen que hacer. No hay “Danubio ni Rihn” que los pueda parar. Somos nosotros los que debemos esforzarnos en cambiar y permitir el libre mercado, para que esos países emergentes generen riqueza con los productos donde son más competitivos. Esto admite matizaciones múltiples, pero lo fundamental de la idea es eso. Si no cambiamos, habrá más situaciones como la de Delphi. Luis Enrique Alonso, catedrático de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid acaba de publicar un interesante trabajo sobre la situación laboral y sociológica actual: La crisis de la ciudadanía laboral (ed. Anthropos).

La cultura del esfuerzo, la ética del trabajo, generará personas que desde su niñez estudiarán a conciencia, trabajarán con rigor y dedicación, y emprenderán proyectos de riesgo. La productividad y el espíritu emprendedor serán saludables consecuencias de esta cultura.

Pizarro y Cortés, tuvieron un gran espíritu emprendedor. No escatimaron esfuerzos, su origen humilde les llevó a asumir grandes riesgos y ser altamente productivos en sus empresas. Aunque el final de Pizarro manifiesta otro de nuestras principales dificultades para emprender en España, la envidia. Será bueno, que los modelos (profesionales no lúdicos, por supuesto) de nuestros jóvenes sean del tipo de Amancio Ortega. En nuestro entorno, el corazón de Europa, las cosas empiezan a cambiar, no debemos esperar mucho.

3 Comments:

Blogger Wallenstein77 said...

Hola a todos:
Enhorabuena por el articulo. Suscribo lo que expones en el. Que vuelva la cultura del esfuerzo, aunque, tengo que hacerte una matizacion. No hables de valores y transversalidades en educacion que nos cuelan educacion para la ciudadania en vez de una filosofia de verdad.

Saludos a todos.

11:48 p. m.  
Blogger D. Blas de Lezo said...

Estimado Sr. Duque:

Muchas gracias por tu visita.

Hoy Sevilla tiene que estar "divertida".

Saludos cordiales.

9:31 a. m.  
Blogger Wallenstein77 said...

Hola a todos:
La mitad de Sevilla. La otra mitad calladita para no soportar las burlas y las risas de los vencedores. Al menos este año me han dejado dormir. El año pasado, los "palanganas" me despertaron y me costo conciliar el sueño.

Un abrazo.

11:13 a. m.  

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