EL QUINTO LUGAR
El inmenso y oscuro antro de Cumas poseía un sulfuroso pasadizo y una puerta custodiada por la Sibila que, por debajo del lago Averno, desembocaba en los siete infiernos, en cuya antecámara habitaban el Hambre y la Pobreza.
En el primer infierno se encerraban los niños muertos al nacer, aquellos que ningún bien y ningún mal habían hecho. El segundo estaba destinado para los injustamente condenados a muerte. A los suicidas les estaba reservado el tercero. El Campo de las Lágrimas era el cuarto y entre sus sombríos laberintos vagaban perdidos entre lágrimas los amantes perjuros y los desgraciados. En el quinto lugar, purgaban sus penas los héroes cuya crueldad había eclipsado su valor. Los tormentos se llevaban a cabo en el Tártaro, tal como se conoce al sexto, donde las distintas generaciones de dioses habían encerrado sucesivamente a sus enemigos. El séptimo, los Campos Elíseos, era la morada de las sombras virtuosas; ahí reinaban Saturno y Proserpina.
De “Mitología Romana”. Autor: Francesc-Lluis Cardena.
En el primer infierno se encerraban los niños muertos al nacer, aquellos que ningún bien y ningún mal habían hecho. El segundo estaba destinado para los injustamente condenados a muerte. A los suicidas les estaba reservado el tercero. El Campo de las Lágrimas era el cuarto y entre sus sombríos laberintos vagaban perdidos entre lágrimas los amantes perjuros y los desgraciados. En el quinto lugar, purgaban sus penas los héroes cuya crueldad había eclipsado su valor. Los tormentos se llevaban a cabo en el Tártaro, tal como se conoce al sexto, donde las distintas generaciones de dioses habían encerrado sucesivamente a sus enemigos. El séptimo, los Campos Elíseos, era la morada de las sombras virtuosas; ahí reinaban Saturno y Proserpina.
De “Mitología Romana”. Autor: Francesc-Lluis Cardena.
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