miércoles, junio 14, 2006

MARENGO.

El mes de Junio tiene dos fechas importantes en la epopeya napoleónica. Waterloo, de la que hablamos ayer y volveremos a hacerlo cuando nos lo permita el “duty”, y Marengo. De la que hoy, en su aniversario (14 de Junio 1800), comentamos brevemente.

El ejército austriaco al mando del general Melas, era superior en número de hombres y artillería. Durante la batalla, esta superioridad hizo ganar la iniciativa a los soldados del Sacro Imperio. En esta batalla Napoleón no siguió fielmente una de sus máximas, concentración de fuerzas. La batalla la dio por ganada Melas y dejó la ofensiva en manos de sus colaboradores. En esa época, Napoleón estaba en su mejor momento y su estrella en ascensión. La fulgurante llegada de Desaix, la sorpresa en el bando austriaco y la irresponsabilidad de no haber mantenido la tensión bélica inicial, llevó a la derrota de Austria en esa batalla, que sellaba la lucha entre Francia y el Sacro Imperio por el norte de Italia.

Melas atacó a Napoleón como si fuera Melas y Napoleón combatió a Melas como si fuera Napoleón. La suerte de Napoleón estuvo cerca del fin, su camarada Desaix, le salvó. Desaix entregó su vida en Marengo como tributo a Marte por su favor a Napoleón. Chautebriand cuenta en sus Memorias de ultratumba, que Napoleón lloró en Marengo.