domingo, enero 16, 2011

EL AVANCE DE UN SEMIDIÓS

Poco se puede decir a lo que el divino Göethe nos dice del sire. Lo igual siempre reconoce a lo igual:


“Si embargo, ¡eso mismo nos pasa a todos! ¡Son las ofuscaciones y las iluminaciones del hombre las que configuran su destino! Sería preciso que el daimon nos llevara todos los días de una correa, diciéndonos lo que tenemos que hacer e instándonos a ello. Pero el caso es que nuestro buen espíritu nos abandona, y nosotros somos débiles y nos movemos en la oscuridad.

¡En eso, Napoleón sí que fue un gran tipo! Siempre iluminado, siempre claro y decidido, y dotado en todo momento de la energía suficiente para ponerse inmediatamente manos a la obra en todo lo que él hubiera reconocido como ventajoso y necesario. Su vida ha sido el avance de un semidiós, de batalla en batalla y de victoria en victoria. De él bien podríamos decir que vivía en un estado de permanente iluminación, lo que explica que su destino fuera más brillante que cualquier otro del pasado y acaso del futuro.

Sí, sí, amigo mío, él si que era un gran tipo, al que ciertamente no sabemos imitar”.