DIGNITAS
La palabra dignitas tiene una difícil traducción del latín, no por su etimología, si no por lo que significaba para los antiguos romanos. Su traducción literal, que sería “dignidad”, no recoge totalmente el significado y el concepto que tenía para la sociedad romana. En las obras de Suetonio y Plutarco, se puede comprender mejor la dignitas romana. Como ejemplos conocidos, Julio César y Augusto la tenían, Cómodo (el emperador malo de Gladiator) y Nerón no la tenían.
La dignitas es muy importante en un gobernante. En nuestra España actual es muy difícil (no me atrevo a decir imposible, aunque estoy tentado) encontrar un ejemplo claro de la misma, en nuestra clase dirigente. En un reciente discurso S.M. el Rey ha hecho una defensa de la institución de la Corona. Estoy de acuerdo en la defensa de la institución, muy valiosa en una nación como España, necesitada de una figura de consenso por nuestra Historia del siglo XX e inicios del XXI. Pero la institución de la Corona de España, debe ser ostentada de acuerdo al altísimo rango de la misma.
No conozco la intrahistoria de la Transición, salvo las reveladas al público general (ciudadanía) , pocas personas lo harán en profundidad. Ni muchos menos el papel del Rey en esos difíciles tiempos, totalmente apoyado por todos los partidos y fuerzas vivas de la Nación. Pero sí que puedo opinar del comportamiento regio una vez asentada la democracia en España, y lo considero muy mejorable. La Corona tiene que ser un referente de firmeza en altos valores, que permitan a nuestro país alcanzar las mayores cotas de bienestar material, social y moral. La dejación de este altísimo deber tiene unas consecuencias muy negativas para una sociedad, como la nuestra, huérfana de ejemplos de virtud y comportamiento elevados. Otra consecuencia es la pérdida de respeto a la Corona, tanto por parte de los energúmenos que queman fotos, como otros sectores de la sociedad. Sin entrar en el legítimo debate de si España debe ser República o Monarquía Constitucional, la Corona debe cumplir con su deber en las exigencias de los tiempos, de otro modo no tendrá sentido.
En la historia moderna de España la Corona es intocable, hasta que se toca para destituirla. Es un comportamiento extremo muy típico español. Hay vías intermedias, pero pasa por poder exigir un cumplimiento del deber regio. En la Historia de España hay numerosos casos, más numerosos de los deseables, en los que el gobierno real fue nefasto y se culpó a los validos y ministros, el caso de Felipe IV es muy instructivo. La Corona debe cumplir con su deber, tener una elevada diginitas. De otro modo los únicos reyes que van a quedar en España van a ser los de la baraja.
La dignitas es muy importante en un gobernante. En nuestra España actual es muy difícil (no me atrevo a decir imposible, aunque estoy tentado) encontrar un ejemplo claro de la misma, en nuestra clase dirigente. En un reciente discurso S.M. el Rey ha hecho una defensa de la institución de la Corona. Estoy de acuerdo en la defensa de la institución, muy valiosa en una nación como España, necesitada de una figura de consenso por nuestra Historia del siglo XX e inicios del XXI. Pero la institución de la Corona de España, debe ser ostentada de acuerdo al altísimo rango de la misma.
No conozco la intrahistoria de la Transición, salvo las reveladas al público general (ciudadanía) , pocas personas lo harán en profundidad. Ni muchos menos el papel del Rey en esos difíciles tiempos, totalmente apoyado por todos los partidos y fuerzas vivas de la Nación. Pero sí que puedo opinar del comportamiento regio una vez asentada la democracia en España, y lo considero muy mejorable. La Corona tiene que ser un referente de firmeza en altos valores, que permitan a nuestro país alcanzar las mayores cotas de bienestar material, social y moral. La dejación de este altísimo deber tiene unas consecuencias muy negativas para una sociedad, como la nuestra, huérfana de ejemplos de virtud y comportamiento elevados. Otra consecuencia es la pérdida de respeto a la Corona, tanto por parte de los energúmenos que queman fotos, como otros sectores de la sociedad. Sin entrar en el legítimo debate de si España debe ser República o Monarquía Constitucional, la Corona debe cumplir con su deber en las exigencias de los tiempos, de otro modo no tendrá sentido.
En la historia moderna de España la Corona es intocable, hasta que se toca para destituirla. Es un comportamiento extremo muy típico español. Hay vías intermedias, pero pasa por poder exigir un cumplimiento del deber regio. En la Historia de España hay numerosos casos, más numerosos de los deseables, en los que el gobierno real fue nefasto y se culpó a los validos y ministros, el caso de Felipe IV es muy instructivo. La Corona debe cumplir con su deber, tener una elevada diginitas. De otro modo los únicos reyes que van a quedar en España van a ser los de la baraja.
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