viernes, julio 22, 2011

19 DE JULIO. BAILÉN



La batalla de Bailén tuvo lugar el 19 de Julio de 1808, fue la primera gran derrota de los ejércitos napoleónicos. El general Dupont se rindió al general Castaños.

No fue un gran hecho de armas, la brillantez de Castaños fueron las maniobras previas. Desconcertó al ejército francés, le hizo dividirse y le atacó en Bailén, un terreno favorable a las tropas españolas. La ayuda de la población civil, acarreando agua para soldados y cañones, fue fundamental. Esta derrota supuso la huida de José Bonaparte de Madrid, y obligó al gran corso a ir en persona a España al frente de sus mejores tropas. La cólera del Sire al conocer la noticia fue terrible, acabó con le mito de su invencibilidad.

España en el siglo XIX estaba en lo más bajo de su Historia, gobiernos corruptos, población decadente y falta de cualquier fibra moral. El ejército y la armada eran inexistentes, había buenos capitanes, pero faltaba el resto. No fuimos enemigo para el mejor ejército de su tiempo al mando de uno de los mejores generales de la Historia.

Galdós, en sus Episodios Nacionales, cuenta bien esta batalla.

viernes, julio 15, 2011

EL LEÓN Y LA BALLENA.

No podréis acercaros al mar a lavaros las manos”, fue la amenaza de los embajadores cartagineses en el senado de Roma antes de declarar la que sería la primera Guerra Púnica. Roma había dado uno de los pasos claves de su historia al apoyar a Messina (Sicilia) en sus disputas con Cartago. Pasaba de ser una potencia en Italia, terrestre, a iniciar un camino incierto en los mares y fuera de sus fronteras, pues esto significó enfrentarse a la mayor potencia marítima de su tiempo.

Cartago tenía la mayor flota y los más expertos marinos y capitanes. Daba por segura su victoria. Roma, consciente del reto, decidió construir su propia flota, pudo haber pedido ayuda a las ciudades griegas de Italia y a Massilia, pero decidió que un aspecto clave en su lucha, como era la flota, debía estar bajo control absoluto de Roma. Su infantería era mejor que la cartaginesa, por eso implantó en sus barcos un puente, que hacía que gancho de agarre, para sujetar a las naves enemigas y abordarlas. Para realizar esto, implantarlo y que funcionara, hizo falta talento inventivo y energía de ejecución. Los romanos eran audaces y afortunados.

La primera Guerra Púnica duró 16 años, y Roma venció. Pasó de ser una potencia italiana a ser la hegemónica del mundo mediterráneo. Cartago sabía que si no lograba vencerla posteriormente Roma la destruiría tarde o temprano. La Historia es conocida. En este tipo de enfrentamientos o se es yunque o martillo, no puede haber término medio.

Roma logró lo que siglos más tarde Napoleón no puedo hacer con Inglaterra. Una potencia terrestre vencer y dominar a una potencia marítima. Fue la lucha de un león contra una ballena. Las águilas de Roma pudieron.

viernes, julio 08, 2011

TACAÑO CON LA GLORIA

Napoleón siempre fue desprendido en las recompensas de su familia y de sus colaboradores civiles y militares, sobre todo de los militares. Consentía el enriquecimiento espurio de gente que le era útil, dejaba hacer si no pasaban ciertos límites. Para los asuntos de estado y en su vida personal era muy austero, a Josefina la tuvo que cortar los gastos varias veces y arreglar sus deudas. Él cuenta que cuando un sombrerero le dijo el precio de los gastos de la emperatriz, le tuvo que poner su “peor mirada” para que le hiciera un precio justo.

Pero en lo que el Sire era avaricioso y tacaño era con la gloria. Eso no lo compartía con nadie y era celosísimo de su guarda.

Cuando se declaró la guerra con Prusia, el ejército francés avanzó contra los germanos. Como buen lector de Historia y excelso general sabía que había que llevar la guerra al terreno enemigo, avanzar primero (como en Austerlitz). Napoleón dividió su ejército en dos, siempre siendo capaz de agruparlo velozmente, para que el mariscal Davoult llevara a los prusianos a Jena, y con el grueso del ejército batirles.

Napoleón en Jena derrotó a los prusianos, y pensaba que había vencido al grueso del ejército. Posteriormente supo que Davoult en la cercana Auerstädt, había batido al principal contingente de los prusianos. 26.000 franceses contra 70.000 prusianos. Davoult siguió los conceptos del gran Corso, concentración de fuerza y ataque total en los huecos creados, pero el talento y desempeño del mariscal Davoult en esta batalla fue un muy alto hecho. Napoleón no publicitó esta victoria en exceso y siempre la asoció a Jena, la propaganda imperial lo llamó la batalla de Jena- Auerstädt. El Sire era tacaño con la gloria.

En esta(s) batalla(s) el ejército de Federico el Grande, una referencia en esos tiempos, fue derrotado totalmente, y los hombres del sur volvieron a llegar al Elba.

sábado, julio 02, 2011

AECIO, EL ÚLTIMO ROMANO

Flavio Aecio fue llamado “el último romano”. General de Roma, vencedor de burgundios y godos. Mantuvo el poder y prestigio de Roma en una situación que hacía falta ser Flavio Aecio para lograrlo. Por lo que pasó a la Historia e Inmortalidad fue por derrotar a Atila en los Campos Catalúnicos (20 de Junio 451). Esa batalla fue épica, Atila, al ser derrotado, ordenó preparar su pila fúnebre (con sillas de montar) antes de que lo cogieran prisionero, pero pudo escapar al general de Roma. En los Campos Catalúnicos, se enfrentaron los hunos y aliados, contra Roma y aliados. Roma era un contingente de italianos, y los aliados; bárbaros godos, pero Aecio hizo que fueran legiones, como guerreros de antaño. Por celos el miserable Valentianiano III lo asesinó. Por lo menos, el general murió por el acero.
Fue un personaje crepuscular, de Plutarco, de J. Ford. Después de él, Roma no existió.Hay hombres de Roma, Aecio, Marcelo, Camilo, ….Y hombres de España: Blas de Lezo, Churruca,….que son los que hacen vivir los versos del divino Homero:
No concibo morir sin lucha o sin gloria, ni sin alguna hazaña cuyo relato no llegue a los hombres que aún han de venir” Ilíada, Canto XXII.
A sus manes victoriosos.