viernes, junio 30, 2006

NUESTRA MEDIOCRE SELECCIÓN

Yo, como todo buen español, también soy seleccionador y si supiera de mi trabajo lo que sé de fútbol, probablemente ahora estaría dirigiendo la General Electric.

Unos pequeños comentarios sobre el juego de España. Estamos donde tenemos que estar. Somos un equipo mediocre, defensa mala, centro del campo que cuando le presionan no sabe salir, amén de recuperar pocos balones, la delantera sin pegada, no mete miedo a nadie. En definitiva un equipo para clasificarse en mundiales y eurocopa, pero nada más. No saben competir, les falta concentración e instinto ganador. Se rinden fácil. Lo primero de un buen competidor es la humildad y estos muchachos ricos no lo son. Bueno pues hasta el próximo evento, a partir de ahora yo voy con la “albiceleste”.

Un detalle que no me gusta y que refleja el que cómo somos, es el pasar del todo a la nada. Ganamos un par de partidos y nos creemos Brasil. Se pierde con un equipo mejor que nosotros sobre el que habíamos levantado unas expectativas no razonables y es el final de los tiempos. Pero, ¿qué queremos con ese equipo?.

La “marea roja” muy divertida y animosa, pero el silbar el himno de Francia me pareció horrible. Es una falta de educación, de respeto, de deportividad,.....lamentable. Como ya he repetido varias veces somos un país de bereberes, viendo la “marea roja” de los estadios y el comportamiento de la misma en este tiempo oscuro que vivimos, su reacción, su pasividad, su falta de pulso,....me hace asentir esta afirmación de nuestro “linaje” berberisco.

jueves, junio 29, 2006

FEDERICO EL GRANDE & NAPOLEÓN.

Napoleón en la tumba de Federico II de Prusia (Fiedrich der Grosse, Federico el Grande), dijo a sus generales, “Si él hubiera vivido, no estaríamos aquí”. El ejército napoleónico había derrotado de forma muy contundente a los prusianos en Jena y Auerstädt. Las operaciones francesas fueron conducidas por el mariscal Davout, Napoleón minimizó el mando de Davout, pero fue el general de las tropas francesas.

La gran derrota que sufrió el ejército de Federico el Grande, causó una gran conmoción en Europa. Francia era la señora indiscutible de los campos de Europa. La táctica de Davout, siguiendo las máximas napoleónicas de fijación de grueso enemigo y movimiento rápido envolvente fue magnífica. El estudio de estas dos batallas es muy ilustrativo.

El ejército prusiano, al mando de Federico II era una máquina bélica muy notable. Pero como decía Napoleón, “los romanos no conquistaron las Galias, fue Julio César”. Aparte de todos los matices y apreciaciones que pueda tener esta afirmación y que no vamos a hacer, por no solemnizar lo evidente, tiene bastante fundamento en cuanto a la importancia del mando en el ejército (y en la empresa). Citando una vez más al divino corso “no existen malos soldados, existen malos oficiales”.

Federico II, fue en excelente general y un buen rey. Como todas las grandes figuras, tuvo sus luces y sombras. Masón, leyenda de homosexualidad importante, déspota absoluto y bastante más lindezas que le dedicaron sus detractores, en especial el lamentable Voltaire. Su aportación al desarrollo de Prusia fue importantísima, en lo social, económico y bélico. Entendiendo esos tres aspectos de forma sistémica y no aislada. Su vida es la de una gran hombre, un espíritu alto. Sus luces superan largamente sus posibles sombras.

Napoleón obtuvo como botín de guerra la espada del “rey sargento”, fue una de sus posesiones más preciadas. La vida e ideas de Federico el Grande fueron uno de sus modelos de inspiración. El busto de César (no podía faltar, el general Bonaparte era un hombre de Plutarco) y la espada de Federico estaban siempre en su despacho de trabajo. Como espíritu elevado que era, Napoleón estudiaba la Historia.

miércoles, junio 21, 2006

WATERLOO.III

Un último comentario sobre Waterloo, que no se centra en el desarrollo de la campaña. Hay suficiente literatura, (cada vez que ganan los británicos la documentación es extensísima. Poco escribieron de su derrota en Cartagena por el almirante Blas de Lezo) y además el resumen de Wallenstein (de las mejores síntesis que he leído de Waterloo) en su bitácora, es magnifico.

El comentario va más centrado en las figuras claves. Sobre Napoleón, poco voy a decir hoy, porque es una figura recurrente en mis escritos y a la que acudiré de continuo. Solamente indicar que el mejor Wellington derrotó al peor Napoleón. En el artículo de Wallenstein se explica esto muy bien. Su salud, espíritu, fortaleza,...estaban quebrados. De hecho sus decisiones durante los “cien días” prepararon su derrota. Ver el coloso en su caída de Waterloo es uno de los momentos importantes de la Historia.

No quiero quitar in un ápice de mérito a Wellington, magnífico general. Brillante planteamiento de Waterloo y excelente ejecución. Fue el único hombre del siglo que pudo compararse al general Bonaparte. Su utilización del terreno, el manejo de las tropas, el dominio de los tiempos del combate, sus decisiones,....fue magistral. Un soberbio alumno de Marte. Su anécdota, ya mencionada, de que su plan era “derrotar al enemigo”, tiene su explicación. Todo su planteamiento iba a estar en función de los movimientos franceses. Esto requirió un dominio táctico altísimo, solamente al alcance de hombres como Wellington. No perdió nunca su temple y dominio de sí mismo. Cuando se encontró con el mariscal Gebhard Leberecht von Blücher, éste llevado por la euforia le abrazó. Wellington que no estaba acostumbrado a las efusividades del continente, apenas se movió ni manifestó sentimiento alguno. El Duque de Hierro, era de frío metal, esa es una de las razones de la disciplina de sus tropas.

Blücher, en palabras de Napoleón, era nada más que “un húsar“ y un borracho. Blücher era un buen general de caballería, sus hombres le adoraban, le llamaban “al galope“, tenían una energía y un ímpetu notables. Era el menos brillante de los tres, pero el guerrero más químicamente puro. Su misión sagrada, decía, era acabar con Napoleón. Recuerda al general de Carlos I, Zorzo Frundsberg, que llevaba una soga para ahorcar al Papa, su gran misión. En París dinamitó el puente de Jena, por recordarle la batalla perdida, galopaba frenéticamente por las calles de París para resarcir la visión de los franceses en Berlín. Después de Waterloo se retiró a sus dominios, para descansar entre botellas y faldas de sus tareas bélicas. Un personaje digno de una película de John Ford, esto es una alabanza para el viejo húsar.

miércoles, junio 14, 2006

WATERLOO.II

Por favor, no dejéis de leer el excelente artículo del día 14-6-06 de D. Albrecht E. W. von Wallenstein sobre Waterloo.

MARENGO.

El mes de Junio tiene dos fechas importantes en la epopeya napoleónica. Waterloo, de la que hablamos ayer y volveremos a hacerlo cuando nos lo permita el “duty”, y Marengo. De la que hoy, en su aniversario (14 de Junio 1800), comentamos brevemente.

El ejército austriaco al mando del general Melas, era superior en número de hombres y artillería. Durante la batalla, esta superioridad hizo ganar la iniciativa a los soldados del Sacro Imperio. En esta batalla Napoleón no siguió fielmente una de sus máximas, concentración de fuerzas. La batalla la dio por ganada Melas y dejó la ofensiva en manos de sus colaboradores. En esa época, Napoleón estaba en su mejor momento y su estrella en ascensión. La fulgurante llegada de Desaix, la sorpresa en el bando austriaco y la irresponsabilidad de no haber mantenido la tensión bélica inicial, llevó a la derrota de Austria en esa batalla, que sellaba la lucha entre Francia y el Sacro Imperio por el norte de Italia.

Melas atacó a Napoleón como si fuera Melas y Napoleón combatió a Melas como si fuera Napoleón. La suerte de Napoleón estuvo cerca del fin, su camarada Desaix, le salvó. Desaix entregó su vida en Marengo como tributo a Marte por su favor a Napoleón. Chautebriand cuenta en sus Memorias de ultratumba, que Napoleón lloró en Marengo.

martes, junio 13, 2006

WATERLOO. I

Este domingo, 18 de Junio, es el aniversario de la batalla de Waterloo (18 de Junio de 1815), que fue el final de la campaña de Bélgica emprendida por Napoleón durante sus Cien días. Napoleón trataba de derrotar a los ejércitos aliados, antes de que se unieran. Su idea era derrotar primero a los prusianos para posteriormente enfrentarse al combinado británico y alemán que comandaba Wellington.

La literatura sobre esta batalla, campaña, es muy amplia y exhaustiva. Hay excelentes libros, sobre la misma. Me permito recomendar
uno que es muy claro y de fácil lectura, del profesor Barbero.

En esta campaña, Napoleón no era el de Austerlitz, cometió numerosos errores que en su apogeo no hubiera incurrido en los mismos. El principal error fue el de la elección de los mandos franceses. Sus principales colaboradores le habían dejado, su imprescindible Berthier había muerto por accidente, pero antes había rechazado el unírsele. Los generales y mariscales que se le unieron le permitían tomar mejores opciones de asignación de mando.

La idea más extendida es que fue el fallo de Grouchy la clave de su derrota. Grouchy falló, por supuesto, pero su error fue una consecuencia de errores previos y falta de un Estado Mayor eficaz. Si hay algún general francés al que se le pueda responsabilizar de forma clara, aparte de al mismo Napoleón, ese es el General Drouet, conde D'Erlon. Si hubiera actuado con decisión en los días anteriores, habría derrotado a los prusianos contundentemente. La posterior maniobra del mariscal Neidhardt von Gneisenau, permitió a los prusianos socorrer a Wellington.

Durante la batalla los fallos de Napoleón y sus generales se sucedieron. La carga de Ney contra los cuadros de infantería fue un fracaso, no llevaba apoyo de infantería, y Wellington aguantó el castigo. Si Napoleón en esa fase hubiera lanzado un ataque con todas sus reservas, incluida la Vieja Guardia, habría quebrado la resistencia de Wellington. El ataque posterior fue repelido por la infantería británica.

En
la película sobre Waterloo se ve parte de esto. No está mal.

Marte había retirado su apoyo al corso. En los campos de Bélgica la estrella de Napoleón cayó. Los dioses no le permitieron dormir el sueño de bronce en el campo de batalla y el que fuera el primer corazón de Europa murió prisionero en el destierro de Santa Elena.

jueves, junio 08, 2006

WE SHALL NEVER SURRENDER

“We shall never surrender”, esta es una de las frases más famosas del Primer Ministro Británico, Winston S. Churchill. Una de las características principales del carácter de Churchill era que nunca se rendía. Tuvo una vida política y privada llena de luces y sombras, pero en palabras de uno de sus biógrafos Roy Jenkins, sus luces superaron a sus sombras y ha sido la persona más extraordinaria que ha vivido en el nº 10 de Downing Street.

Este carácter de Churchill lo supo transmitir magníficamente al pueblo británico en su lucha contra la Alemania nazi. Pero como hemos comentado alguna vez, el buen político sabe “destilar” el carácter de su pueblo, y generar un discurso que recoge estas pulsiones. Los británicos no se rindieron y pudieron triunfar, con la ayuda de Rusia y los USA, pero su resistencia al principio de la II Guerra Mundial fue la clave.

Este carácter británico de no rendirse, lo tienen incrustado en su ADN. En Trafalgar (siempre Trafalgar hasta que venguemos esa inútil derrota) muchos barcos británicos sufrieron un castigo terrible, pero no se rindió ninguno. Muchos de nuestros capitanes tuvieron un comportamiento noble y bizarro, pero no todos, hubo algunos barcos que se rindieron al primer choque, al igual que en la batalla del Cabo de San Vicente. En la Royal Navy, si un capitán se rendía era sometido a un consejo de guerra, como primera providencia. Si no atacaba al enemigo, lo dejaba escapar o incluso no causaba todo el daño posible, eran igualmente juzgados. El juicio era tremendamente severo, el deshonor frente a sus compatriotas era terrible. Aparte de la amenaza, llevaban en su educación, formación, adoctrinamiento,...el no rendirse, el dar todo hasta el final en el oficio de las armas para con su patria. Este espíritu era igual en todas las ramas del ejército británico. En próximas fechas hablaremos de ello, el 18 de Junio es el aniversario de Waterloo.

Esto no se logra en una generación, se ha de transmitir y sembrar en el “linaje de un pueblo”.

A la vista de los acontecimientos de la “negociación” con los terroristas ya comenté ayer mi opinión. El linaje de mi pueblo no es ni virtuoso, ni valiente. Es muy triste, no me resisto a pensar que ha desaparecido la virtud en mi pueblo, prefiero pensar que somos un poco incultos e influenciables. Hay mucho por hacer en el camino de la virtud de nuestro pueblo.

Siempre tratando de buscar ciertas ventajas de la situación actual, podemos pensar, como hipótesis, que si nos invadieran los “amigos” de Marruecos o algún otro “aliado” del solemne. Y las nobles y caballerosas tropas adversarias empezaran a violar mujeres, los Boris Izaguirre, Cerolo, Miguelito Bosé y gente de esta sensibilidad democrática, liberalidad, progresía, modernismo,....., se interpondrían en posición de espaldas, ligerillos de ropa, entre el violador y la mujer.

miércoles, junio 07, 2006

¿NEGOCIACIÓN?&¿RENDICIÓN?

El enfoque que está teniendo nuestro gobierno en la negociación con ETA, desde mi humilde punto de vista, está teniendo un error base fundamental. El no haber logrado una rendición incondicional de los terroristas. Esto les hace situarse en una posición de igualdad, en una interlocución más “vasca” que terrorista y les permite disponer de un medio de presión (el volver a la violencia).

Es indudable la complejidad y dificultad de una negociación de este tipo, pero se debe partir de bases muy firmes y teniendo como inamovible que, primero, ETA es una banda terrorista sin ninguna legitimación, y segundo, solamente se puede negociar desde la rendición. Posteriormente podrá haber cierta generosidad, si así lo aconseja el buen fin.

La desviación de estos postulados, que son fundamentales (no porque lo diga yo, vive Dios, si no por ser de un mínimo de lógica política y dignidad), indica que el gobierno, tiene demasiada prisa. No me creo que esta deficiente actuación sea exclusivamente debida a la incompetencia (de la que la naturaleza les dotó generosamente) de los componentes del ejecutivo, tiene que haber algo más. Sin duda.

El “solemne” sólo es un tacticista sin escrúpulos cuya única idea es mantenerse en el poder, apoyado por el grupo mediático dominante en una sociedad narcotizada y sin virtud. Amén de rehacer la Historia. Esta prisa puede deberse a que ha empeñado toda su apuesta en la paz con ETA, porque el día que se vea con claridad su gestión ésta es insostenible, es propaganda, simplezas, gestos,....Otra idea, más retorcida, es que ETA le tiene chantajeado, ¿11-M?. Desde luego, ETA después de ver su uso de ERC, le va a “atar corto”.

Veremos acontecimientos, que dan asco.

Un pequeño comentario de las actrices, o como quiera que se llamen esas tipas de las rosas. En un libro, correcto y entrenido (no es una obra mayor),
“El manantial”, hay una tesis interesante. Para manejar la opinión pública, hay que manejar los “íconos”, cuanto más superficial sea la sociedad más influenciable será por elementos vistosos, que no de fundamento moral e intelectual. Estos íconos serán manejables, si carecen de talento y deben todo lo que tienen al apoyo de alguien. El gran Polanco maneja esto muy bien, tiene en nómina a todos los íconos superficiales. Así tendremos rosas blancas, al miguelito Bosé diciendo subnormalidades sobre temas que a nadie interesa su opinión,.....etc. Qué banda de mediocres pesebreros.