LA AVENTURA
Un cambio de trabajo es una aventura, que tiene su atracción. En estos tiempos de plomo, este cambio puede ser voluntario u obligado. Pero es un cambio, una aventura.
Como ya peino más canas de las que quisiera, permitidme unos consejos ante un nuevo trabajo. Primeramente, lo único que tiene que haber a vuestra espalda es una pared. Si necesitáis alguien en quien confiar, compraros un perro. Decid siempre la verdad, pero no cometáis el gravísimo error de ser sinceros. Ante la primera amenaza, desenvainad y acuchillar con fiereza, diciendo “al primero que me acometa caerá bajo mis golpes”, como Diomedes en la Ilíada; o “por la muerte vengo” como Alonso Contreras, antes citado. Tienes que ganar respeto rápidamente. Y por último asumid que los tontos siempre están presentes y muy frecuentemente tienen mando.