AUSTERLITZ&TRAFALGAR
Cuando Napoleón supo por su excelente servicio de información, obra de Fouché, los movimientos de rusos y austriacos, movilizó con rapidez su ejército hacia Europa central, con el objeto de mantener la iniciativa y derrotar por separado a las fuerzas aliadas, antes de que las mismas se unieran en la frontera de Francia, como era su plan. En Ulm dio una lección de despliegue de tropas y rapidez de ejecución, rodeando e inutilizando a las tropas austriacas. Posteriormente partió hacia la actual Chequia para batirse con el ejército austro-ruso.
El movimiento de tropas desde el Canal de la Mancha al este, anuló el plan de invasión a Inglaterra. De hecho, el excelente Pitt “el joven”, a la sazón primer ministro inglés, había fomentado a la alianza austro-rusa contra el gran corso. Esta amenaza en el este liberó a Inglaterra de la posible invasión. Villeneuve, mando supremo de la flota de la flota combinada franco-española, recibió instrucciones del emperador de navegar por el Mediterráneo para apoyar el despliegue de tropas francesas por el norte de Italia. Son interesantes las instrucciones de Napoleón, indicando a Villeneuve, que derrotara y apresara a todo enemigo que se le interpusiera. Hay veces que el mando planifica “milagros” y culpa a sus colaboradores de la no realización de los mismos. Este es un caso manifiesto. Napoleón nunca entendió el mar, como ya hemos repetido varias veces.
En Austerlitz y en Trafalgar, el mando francés y británico, respectivamente, estaban unificados. Tolstoi en "Guerra y Paz" novela magistralmente las discusiones en el seno del mando aliado, dos emperadores inmiscuyéndose en la labor de los generales y en Trafalgar Villeneuve y Gravina. Las tropas y mandos francesas eran más capaces que los aliados, al igual que los británicos de la Navy. El plan de acción estaba perfectamente delimitado por franceses y británicos (el memorando de Nelson). Y por último ambos lograron crear una superioridad local para batir al adversario. La maniobra de Napoleón en los altos de Prazen y la disposición en columnas de Nelson lo lograron. El lograr esta superioridad local, era una de las máximas napoleónicas y de Nelson.
Cuando terminaron estas batallas, Napoleón era el dominador de Europa e Inglaterra “la tirana de los mares”. A continuación la contienda entre Francia e Inglaterra fue una pelea entre una ballena y un león. Pitt al conocer el resultado de Austerlitz dijo a sus colaboradores que guardaran el mapa de Europa, no lo iba a necesitar en mucho tiempo.
Las campañas de Austerlitz y Trafalgar y su conexión, es un tema apasionante y amplísimo. Pero el estilo de esta humilde bitácora trata de ser conciso, por lo que hoy corto todas las ideas, comentarios, reflexiones,...sobre el tema que se agolpan. La próxima entrada sobre esto, que me permitiré compartir aquí es las personalidades de Nelson y Napoleón en sus aspectos de similitud, que alguno había.